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¿Qué hacer cuando una persona fallece en casa?

Cuando una persona fallece en su hogar, el proceso a seguir puede ser complicado, especialmente porque es una situación inesperada para muchas familias. Es importante tener claro los pasos a seguir para gestionar adecuadamente los aspectos legales, sanitarios y emocionales de la situación. Estos pasos varían en función de si el fallecimiento era esperado, como en casos de enfermedades terminales, o si es una muerte repentina.

En cualquier caso, es crucial mantener la calma y actuar de acuerdo con las normativas locales para garantizar que todo se maneje de manera correcta y respetuosa. A continuación, te explicamos qué hacer si una persona fallece en casa, ya sea por causas naturales o de manera inesperada.

Fallecimiento esperado

En situaciones donde la muerte era previsible, como en personas con enfermedades terminales o en cuidados paliativos, el procedimiento es más sencillo. Si la persona fallecida estaba bajo tratamiento médico o cuidados de un equipo de salud, lo primero que se debe hacer es contactar al médico o al profesional sanitario que supervisaba su estado de salud. Este profesional acudirá al domicilio para certificar la defunción.

El médico emitirá el certificado de defunción, un documento indispensable para realizar los trámites posteriores, como la inscripción del fallecimiento en el Registro Civil y la obtención del acta de defunción. En algunos casos, si la persona estaba recibiendo cuidados paliativos, el médico o enfermero encargado puede haber dejado indicaciones claras sobre qué hacer al momento de la muerte, facilitando el proceso para los familiares.

Una vez que el médico ha certificado la defunción, se puede contactar a la funeraria para gestionar el traslado del cuerpo y coordinar los preparativos del funeral o la cremación, según los deseos de la persona fallecida o de sus familiares. La funeraria también puede ayudar con los trámites legales y administrativos, aliviando parte de la carga emocional que conlleva el momento.

Fallecimiento inesperado

Si la persona fallece en casa de manera inesperada, el procedimiento puede ser más complejo. En este caso, lo primero que se debe hacer es contactar a los servicios de emergencia (como el 112 en Europa o el 911 en Estados Unidos) para informar del fallecimiento. El equipo médico que acuda al lugar intentará reanimar a la persona si es posible, pero si ya ha fallecido, un médico o forense certificará la muerte.

En este tipo de situaciones, especialmente cuando el fallecimiento es súbito o inexplicado, las autoridades suelen abrir una investigación para determinar la causa de la muerte. Esto puede implicar la intervención de la policía o del médico forense, quien determinará si es necesario realizar una autopsia para esclarecer las circunstancias del fallecimiento.

En el caso de que la muerte sea sospechosa o no se pueda determinar de manera clara la causa, el cuerpo será trasladado al instituto forense para la realización de una autopsia. Una vez concluida la autopsia, se emite el certificado de defunción, y los familiares pueden proceder con los arreglos funerarios.

Si el fallecimiento es natural pero inesperado, como en casos de paro cardíaco o muerte súbita, las autoridades también pueden involucrarse para confirmar que no haya circunstancias irregulares. En estos casos, la coordinación con la policía y las autoridades sanitarias es fundamental para garantizar que todo el proceso se realice de acuerdo con la ley.

Trámites posteriores

Una vez emitido el certificado de defunción, los familiares deben proceder con la inscripción del fallecimiento en el Registro Civil, lo cual es un trámite obligatorio en la mayoría de los países. Este registro es necesario para obtener el acta de defunción, un documento que servirá para gestionar todos los trámites posteriores, como la herencia, la cancelación de cuentas bancarias y la contratación de servicios funerarios.

El siguiente paso es contactar a una funeraria para organizar el traslado del cuerpo y planificar el funeral o la cremación. Las funerarias suelen ofrecer apoyo en los trámites legales, como la obtención de permisos para el entierro o la cremación.

Conclusión

El fallecimiento de una persona en casa, ya sea esperado o inesperado, requiere de un proceso bien definido para garantizar que los aspectos legales y sanitarios se manejen correctamente. Si la muerte era previsible, el procedimiento es más directo, mientras que en casos de muerte repentina, las autoridades pueden involucrarse para determinar la causa. En ambos casos, es crucial obtener el certificado de defunción y coordinar con una funeraria para proceder con los trámites funerarios.

Si necesitas asistencia con estos trámites, no dudes en contactar con nuestra funeraria en Toledo; estamos aquí para apoyarte en estos momentos difíciles.

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